La pandemia del COVID-19 está precipitando una crisis económica de proporciones históricas que requiere sacrificios por parte de todos los americanos para evitar una pérdida masiva de vidas. Aunque el Congreso ha aprobado un histórico estímulo de emergencia de $2.2 billones ($2.2 Trillion US dollars), este es sin duda el primer paso para nuevas medidas sin precedentes y muy necesarias. La Fundación de Áreas Industriales (IAF, por sus siglas en inglés) urge al Congreso a entregar planes de estímulo económico que proteja a aquellos que más necesitan ayuda: trabajadores, las familias y las pequeñas empresas en el frente de batalla de esta emergencia nacional.
Firma la petición a continuación y contacta a tus Representantes del Congreso para exigirles que actúen con valentía y rapidez en apoyo de los siguientes principios:
- Ayudar a los trabajadores y familias estadounidenses ahora: hacer un pago inmediato de $2000 por persona, seguido de pagos mensuales adicionales mientras dure la crisis económica.
- Salvar los empleos y proteger a los trabajadores del sector de servicios: ampliar el seguro de desempleo y la licencia remunerada por enfermedad para cubrir el 90% de los salarios para todos los trabajadores, independientemente del tamaño de la empresa o de si son trabajadores contratatistas. Brindar a los trabajadores del sector de servicios y de distribución de alimentos un sobresueldo por servicio de riesgo y protecciones de salud adicionales. Ofrecer subvenciones a compañías, pequeñas empresas y organizaciones benéficas sin fines de lucro que mantienen a los trabajadores en su nómina al 80% de los salarios anteriores a la crisis. Otorgar préstamos y subvenciones del 0% a organizaciones benéficas y religiosas sin fines de lucro bajo el programa de asistencia ante desastres de la SBA para satisfacer las necesidades inmediatas de la comunidad. Crear obras públicas a gran escala en asociación con los sectores religiosos y sin fines de lucro para proporcionar empleos con salarios dignos, con beneficios y servicios vitales para las familias.
- Ampliar drásticamente la cobertura de la atención médica para los más vulnerables: proporcionar pruebas COVID-19 universales y gratuitas con un amplio alcance comunitario a poblaciones específicas de alto riesgo. Aumentar la contribución de Medicaid en todo el país en 10 puntos porcentuales sobre la tarifa de cada estado participante y restablecer la contribución federal del 100% para la expansión de Medicaid.
- Invertir fuertemente en infraestructura para atención médica para apoyar a los trabajadores y proveedores de primera línea: hacer uso de todos los poderes bajo la Ley de Defensa de la Producción para fabricar equipos de atención médica, incluidos kits de prueba, ventiladores, máscarillas N95, trajes de protección y camas de hospital.
- Proteger a nuestras comunidades: suspender todos los desalojos, ejecuciones hipotecarias y cortes de servicios públicos para propietarios de viviendas, inquilinos, instituciones religiosas y organizaciones sin fines de lucro. Proporcionar internet, cable y teléfono gratuitos, esenciales para la seguridad y la educación pública remota. Suspender la regla de carga pública mientras dure la crisis y asegurar que ningún servicio utilizado durante este período se aplique a ninguna regla restablecida.
- Evitar los errores del rescate del sector financiero de 2008: exigir las salvaguardas y la estricta rendición de cuentas, que todas las corporaciones que buscan fondos de rescate brinden, entre otras condiciones, protección del empleo para los trabajadores, planes de jubilación, derecho de sindicación, atención médica y licencia remunerada por enfermedad. Prohibir aumentos salariales y bonos para los ejecutivos con estos fondos. Exigir rendimientos a tasa de mercado sobre los dólares públicos invertidos. Para empresas con más de 500 empleados, limitar los rescates solo a las empresas a las que se les niegue el financiamiento privado.
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